![?](/assets/images/columnas/yustedes.png)
La universidad es un gran reino, felices y dichosos son los que complacen a nuestro rey, resguardado en su oficina de casa central, entre cuatro paredes da directrices a sus señores feudales, dueños de un pequeño terreno en este reino, jugando a tomar decisiones, complejas desde un punto de vista del conocimiento desbordante que estos tienen, somos los siervos que a ciegas seguimos lo que nos dicen, con voz pero que solo es un ruido molesto en sus oídos.
Vivimos en el siglo 21, lleno de progresos tecnológicos, científicos y de profundas desigualdades, sociedades complejas, democratizadas la mayoría, cuestionándonos cosas filosóficamente complicadas, pero el párrafo anterior no es tan lejano de lo que creemos.
Somos una sociedad universitaria donde el feudalismo se valida día a día en nuestras aulas, donde no podemos tomar decisiones e incidir en cambios reales y trascendentes para esta.
Es por esto que la respuesta a trascender es la movilización, el paro, la toma y las marchas, no digo que estas acciones no son violentas, pero es también violento ser ignorado, no validado y poco legitimado dentro de nuestra casa de estudios donde tu mérito es un valor.
![](http://elcuarto.cl/img/feudo.jpg)
Cuál es la respuesta para esto, democratización, una profunda democratización de todos los espacios de toma de decisiones de nuestro plantel, somos también parte de esta universidad, y más que mirarnos en menos los profesores deberían validarnos como iguales, como personas y como futuros colegas, o sea iguales en lo intelectual.
Democratización es un concepto manoseado, pero la verdad es que es necesario. Somos una sociedad en pañales con solo 200 años de aprendizaje, donde tuvimos una época oscura, donde te mataban por pensar.
Somos los llamados a construir, a democratizar, porque hoy todo los problemas pasan por este concepto, la falta del jabón en el baño, la sala de la facultad que se llueve, carreras que se cierran, cambios de mallas, etc. No somos especialistas, no somos tecnócratas, pero vivimos la realidad día a día de nuestra universidad, conversamos con el tío de la portería, compramos el súper completo en la cafetería y también pensamos en como las cosas se podrían mejorar.
Dejemos de ser un feudo, dejemos de ser siervos y démonos cuenta que este no es un feliz y productivo reino.
- El Laico.
Te recordamos que si quieres publicar en elcuarto.cl puedes escribirnos a editorial (arroba) elcuarto.cl.